Oftalmólogo
El oftalmólogo es el médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades y trastornos del ojo y sus estructuras anexas (párpados, glándulas lagrimales, conjuntiva, córnea, cristalino, retina, nervio óptico). Atiende afecciones como miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia, glaucoma, cataratas, retinopatía diabética, degeneración macular, conjuntivitis y uveítis, entre otras.
Información adicional importante:
Pruebas diagnósticas clave:
Agudeza visual: Mide la capacidad de ver con nitidez a diferentes distancias, fundamental en revisiones rutinarias y adaptación de lentes.
Tonometría: Evalúa la presión intraocular para descartar o monitorear glaucoma.
Fondo de ojo: Permite explorar directamente la retina, la mácula y el nervio óptico, esencial en el seguimiento de pacientes diabéticos o hipertensos.
Paquimetría y topografía corneal: Valoran el espesor y la forma de la córnea en casos de queratocono o antes de cirugías refractivas (LASIK, PRK).
OCT (Tomografía de Coherencia Óptica): Técnica avanzada que ofrece imágenes transversales de la retina y nervio óptico, clave para el diagnóstico precoz de enfermedades retinianas y glaucoma.
Tratamientos habituales:
Corrección óptica: Prescripción de anteojos, lentes de contacto y asesoría en lentes de contacto especiales (tóricas, multifocales).
Cirugía de cataratas: Extracción del cristalino opacificado y colocación de lente intraocular.
Manejo de glaucoma: Medicación tópica u oral para disminuir la presión intraocular; en algunos casos, láser o cirugía filtrante para mejorar el drenaje del humor acuoso.
Tratamientos retinianos: Inyecciones intraoculares (anti-VEGF) para retinopatía diabética o degeneración macular exudativa; láser focal o panfotocoagulación según indicación.
Cirugía refractiva: Procedimientos láser (LASIK, PRK) o implante de lentes fáquicas para reducir dependencia de anteojos o lentes de contacto.
Recomendaciones y prevención:
Exámenes periódicos: Se sugiere una revisión anual para adultos sin antecedentes y, si existe enfermedad sistémica (diabetes, hipertensión) o antecedentes familiares de glaucoma, cada seis meses o según criterio médico.
Protección ocular: Uso de lentes con filtro UV al exponerse al sol y lentes de seguridad en actividades de riesgo para prevenir traumatismos.
Higiene en lentes de contacto: Enseñar correcto cuidado y tiempo de reemplazo de lentes para evitar infecciones (queratitis, conjuntivitis).
Detección temprana: En niños, controlar estrabismo o ambliopía (ojo “vago”) antes de los 8–9 años para evitar afectaciones permanentes de la visión.