Otorrinolaringólogo
El otorrinolaringólogo (ORL) es el médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades y trastornos de oído, nariz, garganta, senos paranasales y estructuras cervicales adyacentes. Atiende afecciones como otitis, hipoacusia (pérdida de audición), vértigo, sinusitis, rinitis, ronquido, apnea del sueño, amigdalitis, faringitis, lesiones de cuerdas vocales y tumores en la región cabeza–
Información adicional importante:
Pruebas diagnósticas clave:
Otoscopía y videotoscopía: Evaluación directa del conducto auditivo externo y membrana timpánica para detectar otitis, perforaciones timpánicas o cuerpos extraños.
Audiometría tonal y vocal: Estudio de la capacidad auditiva en diferentes frecuencias y comprensión del lenguaje; permite clasificar la hipoacusia como conductiva, neurosensorial o mixta.
Impedanciometría (timpanometría): Mide la movilidad de la membrana timpánica y la presión del oído medio, útil en otitis medias, disfunción tubárica o presencia de líquido.
Videonasofibrolaringoscopía (endoscopía flexible): Exploración de cavidades nasales, faringe, laringe y cuerdas vocales mediante fibroscopio, indispensable para evaluar pólipos nasales, desvíos del tabique, parálisis de cuerdas vocales o lesiones glóticas.
Rinometría acústica y estudio de flujo nasal: Valoración objetiva de la resistencia y el volumen de las fosas nasales para cuantificar obstrucciones y planificar intervenciones quirúrgicas.
Pruebas vestibulares (electronistagmografía, vHIT, prueba de rotación): Diagnóstico de alteraciones del equilibrio y vértigo (vértigo posicional paroxístico benigno, enfermedad de Ménière, neuritis vestibular).
Tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) de senos paranasales y región otorrinolaringológica: Imágenes detalladas para identificar sinusitis crónica, tumores nasofaríngeos, malformaciones congénitas o fracturas en caso de traumatismos.
Tratamientos habituales:
Manejo médico en primera instancia:
Otitis y sinusitis: Antibióticos según cultivo (cuando procede), descongestionantes nasales, irrigaciones con solución salina, y corticoides tópicos o sistémicos en procesos inflamatorios crónicos o alérgicos.
Rinitis alérgica: Antihistamínicos, corticoides intranasales y, en casos severos, inmunoterapia específica frente a alérgenos (vacunas).
Faringitis y amigdalitis: Aines para el dolor, antibióticos si hay infección bacteriana confirmada, y manejo de abscesos periamigdalinos si se desarrollan.
Tratamiento de vértigo y mareo: Rehabilitación vestibular, maniobras de reposicionamiento (Epley, Semont) para vértigo posicional paroxístico benigno, y medicación antivertiginosa cuando corresponda.
Procedimientos quirúrgicos e intervencionistas:
Cirugía endoscópica nasal y de senos paranasales (FESS): Para sinusitis crónica que no responde a tratamiento médico, pólipos nasales o malformaciones anatómicas (desviación de tabique).
Timpanoplastia y colocación de tubos de ventilación (derivación transtimpánica): Para otitis media serosa recurrente o crónica, con efusión persistente, que comprometa la audición.
Amigdalectomía y adenoidectomía: Indica en amigdalitis crónicas frecuentes, hipertrofia adenoidea con obstrucción respiratoria o apnea obstructiva del sueño en niños.
Cirugía de corrección de septum y de cornetes (septoplastia, turbinoplastia): Para mejorar el flujo nasal en obstrucciones congénitas o adquiridas.
Microcirugía laríngea y fonoesclerosis: En lesiones de cuerdas vocales (nódulos, pólipos, parálisis), para preservar la función fonatoria y prevenir aspiraciones.
Implante coclear o audífono de conducción ósea: En hipoacusia neurosensorial severa o anacusia unilateral, cuando la audición beneficiaría significativamente la calidad de vida.
Traqueostomía y Laringectomía parcial o total: En tumores localmente avanzados de laringe o vía aérea alta, coordinado con oncología y rehabilitación foniátrica.