Radiólogo
El radiólogo es el médico especializado en realizar e interpretar estudios de imagen para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades en todas las especialidades. Emplea técnicas de radiografía simple, tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM), ecografía, mamografía, estudios contrastados (urografía excretora, colon por enema), densitometría ósea y medicina nuclear (PET-TC, gammagrafías).
Información adicional importante:
Interpretación e informes:
Elabora informes detallados que describen hallazgos, grado de sospecha de malignidad, patrones inflamatorios o degenerativos, y sugerencias de estudios adicionales.
Utiliza escalas estandarizadas (BI-RADS en mamografía, Lung-RADS en tomografía de tórax para cribado de cáncer de pulmón, LI-RADS en resonancia hepática) para mejorar comunicación con otros especialistas.
Técnicas de imagen específicas:
TC de alta resolución (HRCT) en tórax: Fundamental para que el neumólogo detecte enfermedades intersticiales (fibrosis pulmonar, neumonitis por hipersensibilidad).
Resonancia magnética multiparamétrica en próstata: Ayuda al urólogo a diferenciar lesiones sospechosas de cáncer prostático de hiperplasia benigna.
Angio-RM y angio-TC: Permitirá a cardiólogos y cirujanos vasculares evaluar anatomía de vasos sanguíneos, detectar aneurismas o estenosis coronarias sin necesidad de cateterismo inicialmente.
Estudios contrastados en aparato digestivo: La videodeglución con contraste y el tránsito esófago-gástrico ayudan al gastroenterólogo a diagnosticar reflujo, acalasia y trastornos de motilidad.
Densitometría ósea (DXA): Indicada por endocrinólogos y reumatólogos para evaluar densidad mineral ósea y diagnosticar osteopenia u osteoporosis, permitiendo prevenir fracturas.
Procedimientos intervencionistas guiados por imagen:
Biopsias percutáneas: Tomar muestras de hígado, riñón, mama, tiroides, pulmón o lesiones óseas mediante aguja gruesa bajo guía de ultrasonido, TC o estereotaxia.
Drenajes percutáneos: Colocación de catéteres para evacuar abscesos hepáticos, pélvicos o biliares guiados por TC o ultrasonido.
Procedimientos de ablación por radiofrecuencia o crioablación: Tratamiento de tumores hepáticos, renales o óseos en colaboración con oncólogos.
Angioplastias y colocación de stents endovasculares: Coordinación con radiólogos intervencionistas para tratar estenosis arteriales o venosas, facilitando la revascularización sin cirugía abierta.
Seguridad y contraste:
Evalúa riesgo de nefropatía inducida por contraste yodado en TC, solicitando aclaramiento de creatinina y ajustando dosis; en RM, revisa antecedentes de claustrofobia e insuficiencia renal para evitar síndrome de nefrogénica por gadolinio.
Explica al paciente precauciones en caso de alergias previas a contrastes y prepara protocolos de premedicación (antihistamínicos, corticoides) cuando sea necesario.
Comunicación multidisciplinaria:
Participa en “rounds” o reuniones clínicas con equipos de cirugía, oncología, ortopedia y otras especialidades para discutir casos complejos, planificar tratamientos quirúrgicos o procedimientos intervencionistas guiados por imagen.
Realiza sesiones de retroalimentación con residentes y especialistas para actualizar protocolos de imagen y mejorar precisión diagnóstica.